En los últimos años se ha comentado bastante sobre la irrupción que la tecnología ha tenido (y tiene) sobre el retail, sobre todo en cuanto al impacto del comercio electrónico y los no muy buenos augurios que se tenían para el comercio minorista tradicional. Sin embargo, la realidad indica que este segmento aún goza de muy buena salud en Chile; de hecho y según estadísticas de la Cámara de Centros Comerciales, existen casi 8.300 tiendas en 155 malls, transformando así a nuestro país en el líder de Latinoamérica.
Es por esto que en una realidad en la que lo digital rodea todas las esferas de nuestras vidas, esta misma tecnología, y en específico los últimos avances en Big Data, machine learning e inteligencia artificial, pueden convertirse en los grandes aliados del comercio.
Un ejemplo de lo anterior son las soluciones de videovigilancia para ofrecer datos valiosos a los dueños de tiendas sobre sus condiciones operativas en tiempo real, permitiéndoles mejorar el servicio de atención al cliente y aumentar la ventaja competitiva de sus negocios.
Con respecto a esto, las aplicaciones que tienen las tecnologías de video inteligentes en el comercio son:
– Conteo de personas: esta solución de estadísticas genera métricas continuas sobre el flujo de personas y el perfil de los clientes para llevar a cabo campañas de marketing más efectivas y personalizadas, mejorando el servicio que se presta a los consumidores. Asimismo, puede analizar la tasa de conversión que mide la proporción de visitantes que realizan una compra.
– Reconocimiento facial de personas: las cámaras logran capturar más de 200 mil imágenes en tiempo real comparándolas con perfiles de personas buscadas por la justicia. A su vez sirve para evitar robos.
– Mapas de calor: dan información sobre cómo se mueven los usuarios por la tienda y ayudan al sector retail en la configuración del diseño del local. Además, indican cuáles son las zonas de mayor interés, lo que permite saber si una promoción está funcionando en una determinada área del establecimiento.
– Detección de colas: para mitigar largas filas en tiempo real. Con esto se puede aumentar o reducir el número de puntos de servicio, modificar el diseño de las superficies y planificar el trabajo de los empleados.
– Integración de Punto de Venta (POS): sincronización de video y datos para proporcionar verificación visual de cada transacción, lo que permite reducir pérdidas y fraudes.
Es evidente que la tecnología está integrada en nuestro día a día y ha transformado la manera en que consumimos productos y servicios, es por ello que el comercio tiene que estar preparado para dar respuesta a las necesidades de los clientes que son cada vez más exigentes. En este escenario, las nuevas tecnologías ayudarán a su comprensión, por lo tanto, el desafío del retail no pasará por decidir si incorporarse o no a la transformación digital, sino cuál será el partner tecnológico que los ayude a tomar mejores decisiones de negocios.